La Estimulación Visual se trabaja en un aula oscura, preparada con luces fluorescentes, colchón de agua que vibra con el sonido, un tubo de burbujas y material suficiente para trabajar los objetivos del programa de estimulación visual, que en todo momento y en cada caso, se encaminan a potenciar al máximo las posibilidades visuales de cada uno de nuestr@s alumn@s. Los problemas que experimentan l@s niñ@s con limitaciones motoras y cognitivas, se vuelven más complejos cuando existe una deficiencia sensorial concomitante. En estos casos, el/la niñ@ se convierte en receptor a la fuerza de una estimulación ambiental, pues se le hacen las cosas a él/ella, en lugar de hacerlas con él/ella. L@s niñ@s a los que no se les brinda la posibilidad de ejercer un cierto control sobre lo que les ocurre, intentarán obtenerlo por sí mismos de forma inadecuada; por ejemplo, llorando,  golpeando, mordiendo o en actitud pasiva. Para aprender ha de participar activamente en el proceso educativo. Su cuerpo ha de ser el vehículo con el que puede explorar el mundo. Las cosas se tornan significativas para un niñ@/a sólo cuando éste puede hacer algo con ellas.